" la consagración es una perfecta renovación de las promesas que hicieron por nosotros los padres y padrinos en el Santo Bautismo. Antes del bautismo eramos esclavos del demonio, y en esa fecha nuestros padres y padrinos dijeron en nombre nuestro: " si, renuncio a Satanás,y a sus seducciones y a sus obras" . Y declararon que nosotros aceptábamos a Jesucristo como nuestro Dios y Señor; y empezamos a ser sus servidores por amor. y esto mismo es lo que se hace por la consagración : se renuncia al mundo , al demonio, al pecado y a sí mismo, y se consagra uno totalmente a Jesucristo por medio de María. y hasta se hace algo más: en el bautismo las promesas se hicieron por boca de otros y en esta devoción lo hacemos todo nosotros mismos personalmente, voluntariamente , conociendo muy bien qué es lo que estamos haciendo y diciendo. En en santo bautismo no nos damos a Jesucristo por medio de María y no le ofrecemos nuestras buenas acciones, pero por esta devoción nos consagramos expresamente al Señor por medio de María, y le ofrecemos el valor de todas nuestras acciones".
Tratado de la Verdadera Devoción, n. 126
La Consagración Total a Jesús por María tiene dos fines:
1. la renovación de los compromisos bautismales.
2. obrar siempre por María, con María, en María y para María, a fin de obrar más perfectamente
por Jesucristo, con Jesucristo, en Jesucristo y para Jesucristo.
Esta consagración esta agrupada en cuatro grandes bloques:
1. El espíritu del mundo: este primer bloque consta de doce lecciones preliminares para que el alma logre vaciarse del "espíritu del mundo" que es todo lo opuesto al Espíritu de Jesucristo
2. Conocimiento de sí mismo: consta de siete lecciones y su objetivo es conocer nuestras miserias y limitaciones para implorar la misericordia de Dios y así poder superarla, y también nuestras cualidades y virtudes para dar gracias a Dios y ponerlas a su servicio. El conocimiento propio es indispensable para alcanzar la santidad.
3. Conocimiento de María: consta de siete lecciones , en las cuales aprenderemos a conocer y amar a nuestra Madre. comprenderemos en qué consiste esta devoción y como se diferencia de las demás. Aprenderemos la vida de unión con María.
4. Conocimiento de Jesucristo: después de vaciarnos del espíritu del mundo y de nosotros mismos, a través de María nos aplicaremos al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, din último de esta consagración, para amarlo y servirle mejor.
